Como muchos de vosotros habréis notado, la primavera ya está aquí. Y con ella muchas otras cosas cómo: las flores, los pájaros, el sol, las alergias y demás cosas típicas de estas fechas.
Pues bien, hoy vengo a compartir con vosotros la versión blogger de un dicho popular que todos conoceréis: «La primavera la sangre altera». Pero en lugar de eso, que también, la voy a sustituir por algo que como blogger siento cada vez que acaba el invierno: «La primavera, mi blogging altera».
Así es, cada año al llegar la primavera, como que no tengo tantas ganas de escribir, bloguear y pasar horas delante del ordenador, es una sensación extraña y cíclica con la que aún tengo que batallar cada año.
Estos días me están pasando cosas cómo:
- Empezar a escribir un post, levantar un momento la vista y distraerme 30 minutos con el atardecer. Lo típico, empiezas mirando lo bonita que se ha puesto la tarde, y acabas poniéndote el chándal para salir a dar un paseo de relax.
- Escribir 20 líneas del artículo y borrarlas porque nada de lo que escribo me convence. ¿No te pasa? Crees que tienes una idea, la intentas desarrollar, lo escribes, lo lees y relees, pero tu dedo pulsa «suprimir» sin compasión. Esto no vale nada!! Y a volver a empezar, la poca inspiración hace de las suyas.
- Problemas y pérdidas de tiempo para buscar y encontrar la imagen perfecta para el post. Normalmente tardo unos 5 minutos en pensar, buscar y encontrar una imagen adecuada par ami post, pero estos días no hay manera de dar en el clavo con este tema.
- Tener mil esbozos de posts y no ser capaz de sacar uno adelante. Quizá tengo unos treinta posibles títulos de posts, pues el día que no sé sobre que escribir y recurro a mi «stock de posts» no soy capaz de desarrollar ninguna idea con la que me sienta satisfecho.
- No dispongo del tiempo que querría, para poder leer otros blogs. Me encanta leer otros blogs, es una de las fuentes de inspiración que más uso y mejor resultados me da. Pero sin tiempo no leo otros blogs y por lo tanto dejo de estar al día y eso es un pez que se muerde la cola.
- Cambio con suma facilidad estar por ahí con los amigos por escribir un post de 500 palabras. La verdad es que me encanta escribir, compartir y aprender, pero los días en los que brilla el sol como lo hace, me da una pereza increíble sentarme delante del ordenador a escribir un post. Si algo debe caracterizar al buen blogger, es la constancia y la disciplina, en definitiva el compromiso «no escrito» que adquiere con sus lectores pero en estos días ¿Quién se resiste a pasar una tarde de risas con los amigos?
- Me gustaría poder crear mucho más contenido del que escribo, pero estos días me es completamente imposible. Siempre he pensado que para crear buen contenido para mi blog, debía emplear bastante tiempo entre (documentarme, esbozar y escribir el post, editarlo y difundirlo como se merece) casi se me van las 2 horas. Y entre el trabajo, el ocio, los amigos y algún otro hobbie que tengo, no me llegan las 24 horas del día. Supongo que deberé revisar mi organización, porque algo está fallando.
- Cada día alucino más con la cantidad de blogs y bloggers que están «saliendo» y pienso que esto cada vez se pone más complicado, quizá tenga que replantearme algunas cosas acerca del blogging… ¿Quién sabe? Hay días en los que puedes crees que esto de bloguear no lleva a ninguna parte, pero no es así. En el blogging no debes fijarte ni obsesionarte por la meta ni el objetivo final, debes saber captar y aprender todos los detalles del camino.
Si algo he aprendido de las sensaciones que acabo de compartir con vosotros es que está bien dejar fluir nuestras emociones y hobbies cuándo estamos motivados y enérgicos, pero mejor está saber identificar nuestro estado de forma como bloggers y trazar un «plan de recuperación». Y eso es justamente lo que durante estas próximas semanas haré con mi blogging, organizarme, resituarme y tomar la dirección correcta. Pues esta primavera ha hecho mella en mi blogging 🙂
¿Y a ti, que tal te sienta la primavera?
Como siempre gracias y Bloggorium!