La sociedad actual comienza a tener claro que enseñar a los niños a programar desde una edad temprana, al igual que la enseñanza de idiomas, favorece en gran medida la creatividad, el interés y la correcta resolución de problemas complejos. A pesar de ello no se pone suficiente empeño en nuestras escuelas, un grave error, ya que el desarrollo web y móvil acaparan casi la mitad de las ofertas laborales existentes.
Programar se debe convertir en un juego para los niños, por suerte institutos de prestigio renombre como el MIT ha desarrollado un entorno de aprendizaje denominado Scratch con el que los más pequeños pueden aprender programación por sí mismos en casa. Michael Resnick, director del Laboratorio de Medios de MIT, nos cuenta en este video como su herramienta, enfocada en personas que no tengan conocimientos en programación o niños con edades comprendidas entre los 8 y 16 años, los transforma de meros usuarios de tecnología en creadores de la misma, pudiendo construir con sus básicas herramientas elementos que aumenten su interés por la misma.
Algunos factores clave de Scratch son la ingente comunidad online que utiliza la plataforma, en la que se comparten millones de proyectos, su interfaz amigable, completa traducción al castellano y un funcionamiento basado en ir colocando piezas con diferentes atributos con el objetivo de crear una serie de interacciones entre ellos. Un primer paso de lo que pretende ser Code.org, la organización sin ánimo de lucro recientemente creada por los directivos de las más importantes compañías tecnológicas del mundo.