El iPhone es mi escopeta. Las aplicaciones, mis balas.
Mi herramienta principal de trabajo es siempre mi iPhone 6. Vive permanentemente en mi bolsillo y me ayuda con todas las tareas de mi día a día –ya sea cocinar, estudiar, trabajar o hacer ejercicio–. Para ello, obviamente, también recurro a una selección concreta de software, la cual he ido puliendo con el paso de los años.
Hoy, en Hipertextual, me gustaría compartirles precisamente esa selección de aplicaciones para iOS. Esa que vive en mi iPhone y que, día a día, me ayuda a ser lo más productivo posible.
El dock
El dock es un lugar muy especial. Permanece estático independientemente de la pantalla en la que nos encontremos. Es, por lo tanto, un lugar privilegiado. Así pues, en él solo tienen cabida las aplicaciones para iOS que más utilizo en mi día a día.
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Spotify. Tras probar Apple Music y otros servicios de streaming, puedo afirmar que no hay servicio que se adapte mejora mis necesidades que Spotify. Cuenta con un amplio catálogo, es multiplataforma y se integra con numerosos servicios. Ideal para alguien a quien la música le acompaña desde las primeras horas del día hasta las últimas de la noche.
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Telegram. Mi sistema de mensajería favorito. Cuenta con stickers, GIFs, multiplataforma y una gran cantidad de funciones que me encantan. Además, he conseguido que la gran mayoría de contactos cercanos migren a esta plataforma, por lo que accedo aun con más frecuencia.
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Safari. Navego mucho por internet. I mean, a lot. Pero, en realidad, la pregunta que muchos tendrán en mente es: ¿por qué Safari en lugar de Chrome? Sencillo. La única razón que justifica mi elección es la sincronización vía iCloud con mi iPad y mi MacBook. Y sí, Chrome también permite mantener todos los datos de navegación sincronizados, pero su versión para OS X devora la batería y la memoria RAM, por lo que queda tachada en mi lista de alternativas. Llegados a este punto, la única solución realmente válida resulta ser Safari. Al menos de momento.
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Gmail. Uso diversos proveedores de correo electrónico. Pero hace varios meses decidí, con el objetivo de reducir el flujo de correo electrónico diario, llevar en mi iPhone solo las dos más importantes: la personal principal y la de Hipertextual. Ambas son gestionadas por Gmail. Y, por ello, acabé recurriendo a la aplicación de Gmail. No es ideal –esa será, casi con total seguridad, Airmail–, pero se adapta a lo que busco.
Pantalla principal
Después del dock, la pantalla principal de mi iPhone es el segundo lugar más respetado. En ella se encuentran todas esas aplicaciones que uso con mucha frecuencia o que, por el contrario, necesito tener acceso de una forma rápida. Estas son algunas de las que destacaría especialmente.
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Google Maps. Hace diez meses cambié de ciudad. Y, desde hace varios meses, también viajo con más frecuencia a otras ciudades como Madrid. Por ello, me veo obligado a utilizar Google Maps en numerosas ocasiones para ver rutas de transporte público o, simplemente, saber cómo volver a casa. Y sí, Apple Maps sigue sin convencerme.
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Fantastical. Tras años migrando entre diversas aplicaciones de calendario, Fantastical es la que ha conseguido asentarse definitivamente en mi iPhone. ¿Por qué? Por la introducción de eventos con lenguaje natural, por la interfaz de usuario y, sobre todo, por la visualización de los eventos en forma de lista (mucho más cómodo para mi).
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Podcast. En iOS existe Overcast, Instacast (aunque ya está al borde de la muerte), PocketCasts, etc. Todas ellas son realmente buenas. Pero, sinceramente, no les saco partido. Es por esto por lo que, para escuchar mis podcasts favoritos, sigo recurriendo a la aplicación oficial de Apple. Más que suficiente para mi –aunque reconozco que no es la mejor–.
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Dropbox. He probado todos los servicios en la nube. Pero, tras muchos años, sigo fiel a Dropbox. Ahí guardo mis apuntes, mis diapositivas, material de Hipertextual y hasta mis fotos personales. Es, simplemente, maravilloso.
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Nuzzel. ¿Conocen ese separador encargado de retirar los frutos podridos de una cadena? Pues Nuzzel hace algo similar. Accede a mis perfiles de Twitter y Facebook y recoge solo aquellos tweets con un enlace adjunto, eliminando así mucha paja. Posteriormente organiza esos links en función de diversos parámetros: numero de gente que lo ha compartido, procedencia, etc. Una de mis aplicaciones más imprescindibles.
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TuneIn Radio. Durante estos últimos meses de estudio comencé a usar mucho más TuneIn Radio. Tanto o más que Spotify –y, aquellos que me conocen, podrán afirmar que Spotify y yo siempre hemos sido uña y carne–. ¿La razón? El dinamismo. El dinamismo de la radio resulta mucho más ameno para trabajar o estudiar que una simple lista con tu música favorita (de la cual te acabarás cansando tarde o temprano).
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iA Writer. Como amante del minimalismo, mi editor de markdown preferido no podría ser otro que iA Writer. He probado otros como Writer Pro o Ulysses, pero la extrema simplicidad de iA Writer me acaba trayendo de vuelta. La ausencia de funciones innecesarias me permite concentrarme mucho más en lo que escribo y ser, al final del día, más productivo.
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Wunderlist. Aunque me planteo migrar a Todoist durante un tiempo, no puedo negar que Wunderlist ha sido mi más fiel amigo durante los últimos años. Se ha convertido, fácilmente, en una de las aplicaciones que más uso al final del día. Y es que, con mi memoria de pez, necesito anotar y organizar todas las tareas que debo realizar cada día. Desde comprar el pan hasta escribir este mismo artículo. O incluso afeitarme. Todo lo que hago cada día, pasa por ahí.
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Tweetbot. En numerosas ocasiones intenté migrar a la aplicación oficial de Twitter. Durante un tiempo lo conseguí, pero me sentía incompleto. Como cuando estás en un hotel: cómodo, pero lejos de esa sensación de estar en casa. Con el lanzamiento de Tweetbot for OS X, decidí volver a dar una oportunidad a esta suite desarrollada por Tapbots. Y el resultado, por el momento, está siendo satisfactorio. De hecho, a pesar de las carencias, dudo que desaparezca de mi iPhone a medio plazo.
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Nike+ Running. Tras pasar por Runtastic, Runkeeper, Endomondo y otras, Nike+ Running ha sido mi aplicación de running definitiva. No es ni tan avanzada como Strava ni precisamente simple. Es justo el punto intermedio. Y los entrenamientos que ofrece me dan la vida.
Otras aplicaciones interesantes
Aunque con menos frecuencia, en mi día a día también utilizo muchas otras aplicaciones. Estas son algunas de las más interesantes:
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WolframAlpha. Una fuente de conocimiento inmensa ideal para estudiantes. En mi caso la utilizo para representar funciones y realizar operaciones matemáticas más complejas.
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Workflow. Una utilidad imprescindible en cualquier iPhone. Permite crear flujos de trabajo y automatización que te ahorrarán una gran cantidad de tiempo. Hace algunos días hice un recopilatorio de los mejores flujos de trabajo que encontrarás en Workflow para iOS.
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AroundMe. Ideal para encontrar bancos, gasolineras o restaurantes a tu alrededor. Muy útil, sobre todo, para viajes.
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Clips. Recoge todo lo que almacenas en tu portapapeles y te permite operar con ello. Por ejemplo: recuperar un número de teléfono que copiaste y pegaste ayer.
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Scanner Pro. Odio llevar folios en mi mochila. Por ello siempre recurro a la digitalización y, posteriormente, los guardo en Dropbox. Para esto, mi solución ideal es Scanner Pro.
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GoodNotes. Mi repositorio de apuntes. Hace tiempo que deseché los folios y los bolígrafos. Ahora todo pasa por mi iPad y GoodNotes. Y, considerando la sincronización vía iCloud, decidí instalarlo en mi iPhone para poder acceder a mis anotaciones cuando fuera necesario.
Si desean conocer en detalle cada aplicación instalada en mi iPhone, pueden hacerlo aquí:
My #Homescreen: https://t.co/BcF2f71WNu
— Nicolás Rivera (@nicorivera9) julio 1, 2015
My #Homescreen: https://t.co/U9CAg3gGB7
— Nicolás Rivera (@nicorivera9) julio 1, 2015