Muchos y muchas coincidirán conmigo en que la evaluación es una de las asignaturas pendientes que tenemos en nuestra profesión, y a pesar de ello, se trata sin duda de una de la fases cruciales del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Hay veces en las que no se trata de descubrir herramientas nuevas, sino de saber cómo aplicar con sentido pedagógico aquellas herramientas que ya utilizamos y con las que estamos más habituados. En esta ocasión me gustaría compartir cómo utlizamos